martes, 23 de junio de 2009

Los Picunches


Picunches (que en mapudungun quiere decir “gente del norte”), es el nombre usado para referirse al pueblo prehispánico chileno perteneciente a la rama septentrional del pueblo mapuche.

Ubicación

Los Picunches (Los mapuches del Pikun Mapu) habitaban entre dos importantes ríos: el Aconcagua e Itata. Eran denominados de distintas formas de acuerdo al nombre del Cacique (Lonko) o de su localización geográfica, como: Indios Chile, Picones, Quillotanes, Mapochoes, Promaucaes, o apareciendo en las crónicas o documentos de la época colonial como Tagua Tagua, Cachapoales, Cures, Maulinos y Cauquenes, entre otras denominaciones.
En la zona donde vivieron el agua era abundante y el clima cálido.

Historia

Dentro del grupo picunche, los subgrupos indígenas que habitaron desde el río Choapa hasta el río Maule, estuvieron integrados en un momento de su historia al Imperio Inca. Los picunches desaparecieron de la zona central como identidad cultural durante el transcurso del siglo XIX, tras el progresivo desmantelamiento de los últimos "pueblos de indios" en los que habían conservado alguna cohesión social, producto de la presión y las acusaciones de los latifundistas colindantes.

Organización Social

Los picunches se instalaban en grupos de aproximadamente 300 personas, en pequeñas aldeas. En cada casa que tenían, vivían unas 30 personas, entre el padre, las esposas, los hijos, y otros familiares directos (su unidad básica era la familia). Sus costumbres establecían que los hombres mandaban o dirigían; la máxima autoridad era el padre y luego el hijo mayor. Sólo en caso de emergencia, en especial si ocurría una guerra, había un jefe que lideraba a los demás, el cacique.

Desarrollo cultural

En diversas áreas alcanzaron un mayor desarrollo que los Mapuches, producto de su contacto con Diaguitas, y posteriormente con los Incas.
Los picunches fabricaron su propia cerámica: vasijas, jarros y fuentes todo para ello era de greda, y también sus herramientas para trabajar la tierra, además de otros instrumentos de uso diario, como pipas y piedras para moler el maíz.
Cultivaron preferentemente el maíz, el poroto, teca, calabazas, papas, aji, quinoa y oca en los valles de esa región, para lo cual construían acequias de riego. La tierra era de buena calidad y había abundancia de agua, lo que no les exigió una mayor especialización, ni una organización social más compleja. Practicaban un sistema agrícola denominado "Roza", que consistía en derribar árboles y quemarlos. Luego sobre las cenizas, que servían de abono, echaban encima semillas.
También criaron animales, especialmente llamas y guanacos. De ellos sacaron carne y lana para fabricar sus vestimentas. Solo en grandes festividades mataban a los animales para comer sus carnes y utilizar las pieles.
Sus casas eran de barro y techo de totora. El idioma de estos era originalmente el mapudungún, pero dado el gran número de quechuismos en el español chileno, es de suponer que después de las campañas de expansión del imperio inca y durante la colonia se extendió el uso del quechua entre ellos.

Características Sociales

Los picunches eran polígamos. El hombre podía tener la cantidad de mujeres que deseara, siempre que pudiera comprarlas. Las mujeres cultivaban la tierra, tejían y preparaban los alimentos. Para el padre, entonces,entregar una hija en matrimonio significaba disminuir la superficie de tierra cultivada y disponer de menos mantas, que se empleaban como medio de intercambio. El novio debía, compensarlo por dichas pérdidas, dándole a cambio, llamas, frazadas, o ponchos, cuya cantidad era convenida en forma previa al matrimonio. Los recién casados debían habilitar su propia ruca. Esta era levantada por parientes y amigos, sistema llamado mingaco, a quienes en retribución, los alimentaba y festejaba con chicha de maíz. Los picunches intercambiaban productos con poblados de la costa y no se caracterizaban por ser belicosos.

Creencias religiosas

Los picunches creían en la vida después de la muerte. Sus tumbas eran muy sencillas y se distinguían claramente porque sobre ellas habían herramientas, utensilios y comida.

Los Mapuches

Los mapuches provenían de la región argentina de Neuquén, y cuando llegaron a nuestro país, cambiaron sus hábitos nómades por el sedentarismo. En el siglo XVI ellos conformaban el conglomerado poblacional más grande de Chile, con más de un millón de habitantes.
Organización socio-política de los mapuches
Los mapuches se organizaban en una estructura denominada sociedad segmentada, que indicaba un conjunto de grupos congregados por el parentesco y el territorio, los que a pesar de compartir costumbres comunes no poseían una unidad política.
El núcleo de esta estructura social llamada tribu era el linaje, integrado por familias que descendían de un antepasado común denominado Pillán. El jefe civil de este linaje era el lonko, un hombre anciano que dirigía el grupo familiar. Sin embargo, el lonko no tenía poder para mandar ni hacerse obedecer; su labor consistía únicamente en aconsejar y solucionar los problemas que surgieran entre los parientes.
El linaje implicaba la posesión de un territorio propio, el que era delimitado claramente y resguardado de la intromisión de cualquier mapuche vecino. En él se ubicaban las familias extendidas, formadas por el padre, la o las madres, los hijos varones casados, sus esposas y vástagos. Una familia de este tipo podía ocupar de siete a ocho rucas. Los linajes emparentados entre sí formaban una agrupación mayor, que era dirigida por el cacique o curaca, quien presidía las ceremonias religiosas y actuaba como juez cuando ocurrían desacuerdos entre miembros del linaje.
En situaciones de conflicto como, por ejemplo, una guerra, se designaba otro jefe para que los dirigiera, denominado toqui, el que perdía autoridad cuando finalizaba la disputa. Su insignia de mando era la clava, una especie de palo con empuñadura cuyo extremo opuesto representaba la cabeza de un pájaro.
Respecto de los territorios ocupados, los mapuches generalmente elegían para vivir las orillas de los ríos. Sin embargo, luego de la penetración española subdividieron sus territorios en distritos, repartidos en la costa, el valle central y la precordillera, a los que llamaron vutalmapu. A su vez varios vutalmapu conformaban los aillarehue o uniones de tribus.
Los grupos familiares vivían dispersos y separados por considerables distancias que les impedían constituir aldeas o pueblos.

La imprudencia

LA IMPRUDENCIALa imprudencia es una de las acciones por la cual, las personas, o toman una determinación equivocada, o realizan algún comentario inapropiado (infidencia). Por otro lado, impulsa a una persona a sobredimensionar sus capacidades físicas o intelectuales, exponiéndola a riesgos innecesarios, dejando a personas en la total ruina económica o bien, a toda una organización quebrada, a una ciudad o un país.El imprudente no se sabe imprudente durante la acción y, cuando reflexiona, culpará a otros o bien, se culpará a si mismo de modo enfermizo. Por otro lado, hay personas que cometen otros actos que, de suyo, son imprudentes puesto que causan otro tipo de muerte a terceras personas. Me refiero a las personas que algo no les funciona bien y se placen en hablar mal de otros o, en indisponer a terceras personas. Ellas, aparte de sufrir de esa necedad, son personas maledicientes. Su impulso de hablar mal de otros es tan incontrolable, como lo es el de una persona que sufre de gula.Nuestro desafío es saber cómo relacionarnos con ese tipo de personas. No es tarea fácil, sobretodo, si es un vecino, un pariente cercano o, un compañero de trabajo. No me parece adecuado o prudente (de recta razón), si esa persona ha hablado mal de usted, enfrentarla y expresar su molestia, rabia o dolor por su acción imprudente y malediciente. Expresar la justa molestia, dolor, ira es el primer impulso que se nos viene... pero acercarse a alguien de esas características, es alimentar su mal funcionamiento interior y su maledicencia porque hablará más y peor de usted.,,, hacer nada, no es lo adecuado, pero sí, bueno es dejar constancia de los hechos, de forma y modo prudente (ojalá escrita) y tener la paz y fortaleza interior ante las mentiras y calumnias.Y, si usted es cristiano y católico, sabrá que el Espíritu Santo se encargará de su defensa y, que la persona de labios y boca imprudente tendrá mucho trabajo para defender su mentira con una segunda mentira y con una tercera, hasta que ellas se vuelvan en su contra.Ahora bien, muchas son las personas de Juntas de Vecinos, Clubes Deportivos, de Centros Generales de Padres, de Comunidades Cristianas, personas públicas como dirigentes sindicales, concejales, alcaldes, gobernadores, diputados y senadores, los pastores y sacerdotes, los profesores, los policías, las voluntarias de hospitales, etc...,, todos ellos están expuestos a los malos comentarios, descalificaciones, mentiras y calumnias. No pocos han dejado sus cargos, debido a las presiones de personas mal intencionadas y de labios maledicientes. A todas las personas de buena voluntad, les animo a que no desfallezcan en sus buenos propósitos a causa de las infaltables lenguas venenosas pertenecientes a personas necias e imprudentes. Si su espíritu de servicio está por sobre el interés de un partido político ¡Ánimo!. Si su espíritu de servicio está por sobre el afán de poder, ¡Perseverancia!Si su espíritu de servicio está lejos de la tentación de pensar que un cargo público lo hará famoso, una gran autoridad o, que le dará beneficios personales, ¡Fortaleza! Les animo a no desfallecer si sus intenciones son nobles, rectas y buscan el bien común.Jesús, por llevar la salvación, misericordia y el amor de su Padre a todos los hombres, fue calumniado y acusado de ser comilón y borracho, amigo de pecadores y publicanos (Marcos 2,15-16).Por último, le invito ser Prudente. Preocúpese de usted, de su fe y vida interior, de su paz, ... preocúpese de mantener viva la llama de la fe... no sea imprudente, la fe no la deje para el final de su vida. El prudente alimenta su fe y trabaja por ella porque sabe, tendrá toda una eternidad para gozar de la presencia de Dios, gracias a su prudencia. El imprudente... Que sea feliz